Hace siete días, me propuse un reto público: conseguir 100 usuarios reales para Deeditt en cuatro meses. Sin anuncios pagados, sin atajos… solo yo, el producto y el trabajo.
Sabía que no sería fácil, pero no esperaba la montaña rusa emocional que vendría con ello.
Esto no es una celebración de victoria. Es un primer punto de control. Y aunque las métricas no son explosivas, lo que he ganado podría ser más importante que el crecimiento:
Claridad, dirección, una nueva voz.
Qué Salió Bien
Esta semana lancé la última versión de Deeditt (v2.1.0), disponible ahora en web y móvil. La actualización no fue llamativa, pero sí significativa: mejora de tono con IA, mensajes directos entre usuarios, ordenamiento de deeds dentro de journeys, mejoras de formato y corrección de errores clave. Progreso silencioso, pero real.
Más importante aún: aparecí todos los días.
Publiqué en diferentes redes sociales. Contacté manualmente a más de 50 personas, probando diferentes mensajes, formatos y plataformas.
Publiqué actualizaciones, escribí artículos, respondí preguntas y participé en comunidades. En ese proceso, conecté con algunas personas reflexivas cuyo consejo probablemente marcará este camino.
¿El mayor logro?
Me mantuve honesto y vulnerable en todo momento. Sin fingir que la estaba rompiendo. Solo yo, intentando construir algo con sentido.
Qué Dolió
Los resultados no estuvieron a la altura del esfuerzo.
La mayoría de los mensajes directos en frío fueron ignorados — perdidos en bandejas de solicitudes o pasados por alto.
Algunos días, sentí que estaba gritando al vacío.
Las redes sociales empezaron a sentirse menos como una comunidad y más como un escenario. Un lugar donde la gente persigue atención, no conexión. Esa realización dolió — especialmente para alguien que está construyendo una plataforma pensada para la profundidad, no para la dopamina.
También empecé a dudar de mí mismo. ¿Estaba diciendo lo incorrecto? ¿Era demasiado sincero para este formato? Quizás la gente no quiere reflexión… quiere rapidez.
También hubo una sensación persistente de invisibilidad — como si Deeditt no estuviera “llegando”. No porque sea malo, sino porque exige más del lector. Es sutil. Y lo sutil no se vuelve viral.
Lo Que Aprendí
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Redes sociales ≠ adquisición de usuarios. Son útiles para presencia y narrativa, pero no para conversión… a menos que la estrategia se adapte al medio.
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La gente asume que estás vendiendo algo, incluso cuando no es así. Ese es el precio de intentar promover una idea gratuita en un mundo comercial.
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Deeditt no es para todos — y está bien. Es para quienes valoran la reflexión profunda y la escritura no performativa. Ese grupo existe — solo tengo que encontrarlos donde ya están.
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Escribir diariamente, de forma hilada y cronológica, ayudó a construir continuidad. Es algo que reforzaré en adelante.
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En lugar de hacer outreach a ciegas, estoy comenzando a enfocarme en comentar con contexto, gracias al consejo de alguien que ya pasó por esto.
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Y quizás la lección más inesperada: estoy aprendiendo a aceptar el rechazo sin dejar que me defina.
Los Momentos Que Me Cambiaron
Algo hizo clic a mitad de semana:
“No estoy construyendo un producto. Estoy defendiendo una idea.”
Eso lo cambió todo. Redefinió mi propósito — no se trata solo de conseguir tracción. Estoy intentando construir un espacio para personas que valoran la honestidad, la profundidad y el crecimiento. No es un pitch — es una creencia.
Otra revelación fue:
“La gente usa redes sociales para publicar pensamientos al azar. Si usaran Deeditt, esos pensamientos podrían convertirse en journeys.”
Deeditt no intenta reemplazar las redes sociales. Ofrece una alternativa — un camino más tranquilo, más significativo. Pero para comunicar eso, necesito usar el lenguaje adecuado… en los lugares correctos.
Y finalmente:
“El mensaje puede ser correcto. El canal de entrega podría ser el equivocado.”
Esa frase me abrió la puerta a explorar blogs, comunidades más lentas, grupos de journaling y pensadores más profundos. Los que no hacen scroll sin mirar.
Reflexión de la Semana 1
Esta semana estuvo llena de esfuerzo, cansancio, ideas y redirección.
No obtuve lo que quería,
pero sí lo que necesitaba.
Un mapa más claro, una voz más fuerte, un mejor entendimiento de hacia dónde ir — y cómo aparecer cuando llegue.
La próxima semana, continúo.
No a ciegas. No actuando. Sino con intención.
Si leíste hasta aquí, gracias.
Y si tú también estás construyendo algo — sea un producto, una historia o una mejor versión de ti mismo — espero que encuentres tu mapa también.
Sigamos adelante.
Comparte experiencias auténticas. Potencia el aprendizaje colectivo.
Deeditt es una comunidad donde las historias reales —logros, tropiezos, decisiones y aprendizajes— se documentan para inspirar, enseñar y conectar. Un espacio libre de apariencias, donde lo que vives puede ser guía para alguien más.